Constituir y aportar a un plan de pensiones es muy beneficioso por dos motivos:
- Te proporciona tranquilidad para el futuro. Estarás complementando tu pensión pública, que según todas las previsiones se reducirá paulatinamente a lo largo de los años.
- Te permite disfrutar de importantes ventajas fiscales. Por eso
Aportar a un plan de pensiones es un elemento a tener en cuenta a la hora de realizar tu planificación fiscal de la #Renta2018 Clic para tuitear
Ventajas fiscales por aportar a un plan de pensiones
Invertir en un plan de pensiones reduce tu factura fiscal en una cuantía que depende de la cantidad que aportes y del tipo de gravamen marginal.
Aportaciones a tu propio plan de pensiones
La cantidad invertida reduce la base imponible del IRPF. El límite para aplicar la reducción es la menor de estas dos cantidades:
- 8.000 euros al año
- el 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo personal y de actividades económicas.
Si se supera el límite, el importe restante podrá reducirse en la base imponible de los cinco años siguientes, siempre que se solicite en la declaración en la que se produce el exceso.
Aportaciones al plan de pensiones de tu cónyuge
Si tu cónyuge no obtiene rentas o éstas no superan los 8.000 euros anuales podrás reducir tu base imponible hasta 2.500 euros, con independencia de la reducción de tus propias aportaciones.
Además, estas aportaciones no estarán sujetas al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
Aportaciones en favor de personas con discapacidad
Si eres tutor o familiar en línea directa o colateral hasta el tercer grado inclusive de un discapacitado podrás aportar hasta 10.000 euros a su plan de pensiones.
Debe:
- ser un discapacitado con una minusvalía física igual o superior al 65%
- minusvalía psíquica igual o superior al 33%
- estar incapacitado judicialmente
Ejemplos prácticos de aportaciones a planes de pensiones
La ventaja de invertir en un plan de pensiones es que disminuye la cuota a pagar, lo que permite diferir el pago del impuesto de la renta hasta el momento del rescate del ahorro.
Contribuyentes con rentas de hasta 20.200 euros
Como tu tipo de gravamen marginal es el 24%, has descontado 240 euros de tus impuestos por aportar 1.000 euros a tu jubilación.
Rentas de 20.200 a 35.200 euros
Contribuyentes con rentas superiores a 60.000 euros
Como observarás, las rentas más altas son las que más se benefician de invertir en planes de pensiones.
¿A quién favorece más invertir en planes de pensiones?
A los que tienen rentas más altas por dos motivos:
- El tope de la pensión pública máxima
Trabajas por cuenta ajena y en tu último año en activo tu salario ronda o supera los 60.000 euros. Al jubilarte sólo recibirás la pensión pública máxima (en 2018 36.609,44 euros anuales repartidos en 14 pagas de 2.614,96 euros). Una opción para complementar la pensión pública y mantener el nivel de vida puede ser invertir en planes de pensiones privados.
- Hacienda puede pagar casi la mitad de lo invertido en el plan de pensiones
Como hemos visto en el ejemplo, para contribuyentes con bases liquidables superiores a 60.000 euros, el ahorro fiscal por invertir 1.000 euros en un plan de pensiones puede llegar a 480 euros (de 450 a 480 euros según el gravamen autonómico aplicable).
Para rentas muy altas, invertir en un plan de pensiones complementa la pensión pública máxima y además hacienda puede pagar casi la mitad de lo invertido #Renta2018 Clic para tuitear
El carácter regresivo de la fiscalidad de los planes de pensiones
El IRPF se define como un impuesto progresivo porque su tipo de gravamen aumenta a medida que lo hace la base imponible.”Paga más quien más tiene”. Sin embargo, este principio se rompe con las aportaciones a planes de pensiones ya que cuanto mayor es el nivel de renta, mayor es el ahorro fiscal.
La Comisión Europea se mostró favorable en un informe de 2013 a suprimir este beneficio fiscal por sus efectos regresivos y por falsear la composición del ahorro en la medida en que premia fiscalmente a unos productos frente a otros.
Los defensores de esta medida recuerdan que la reducción fiscal es, en realidad, un diferimiento en el pago de impuestos. Es decir, las aportaciones a planes de pensiones reducen la base imponible pero tributan en el momento en que se rescatan.
Al rescatar el plan de pensiones pagarás impuestos
Si tu IRPF marginal es del 30% y aportas 1.000 euros al plan de pensiones, ahora tienes un ahorro de 300 euros. Pero cuando rescates tu plan tendrás que tributar por lo invertido y por los intereses obtenidos, al tipo marginal que tengas en ese momento.
Esto es así porque los planes de pensiones tributan como renta del trabajo y no del ahorro, como la mayoría de los productos financieros.
La clave está en que el rescate del plan de pensiones se haga cuando ya se esté cobrando la pensión pública.
De este modo, el tipo marginal que se aplique a la prestación será más bajo que la del salario en activo. Si lo rescatas poco a poco, en forma de renta mensual o con otra periodicidad, es posible que puedas pagar un gravamen muy inferior a tu tipo marginal actual.
Otra ventaja es que mientras pospones el impuesto, puedes invertir el dinero y obtener cierta rentabilidad sobre el impuesto que has conseguido posponer.
- Pospones el impuesto hasta un momento donde tendrás un IRPF más bajo
- Mientas tanto el impuesto pospuesto te va generando una rentabilidad
Y tú, ¿piensas invertir este año en un plan de pensiones? Si es así, te interesa conocer los 6 puntos clave que no te cuentan sobre los planes de pensiones
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